En un conversatorio con periodistas locales, el presidente de CADIEM, Elías Gelay, analizó el panorama que se abre al país con la obtención del grado de inversión. Destacó que las empresas paraguayas deberán estar preparadas para recibir el capital extranjero, y en este proceso será clave una apertura hacia la cotización de las acciones.
A partir de la calificación de Paraguay como país en grado de inversión por parte de Moody´s, con el ascenso a la nota Baa3, se plantean nuevas discusiones en el contexto de las finanzas, las inversiones y la organización corporativa. Entre los temas que toman mayor fuerza está la necesidad de avanzar en el mercado de capitales hacia nuevos instrumentos que puedan complementar la tradicional renta fija.
Durante una charla con periodistas de distintos medios de comunicación locales, Elías Gelay, presidente de CADIEM Casa de Bolsa, hizo énfasis en este punto. Allí, el economista explicó que, al disminuir la percepción de riesgo sobre Paraguay con el grado de inversión, las tasas de interés para los instrumentos de renta fija serán cada vez más acotadas.
Ante la potencial llegada de capitales desde el extranjero en el nuevo contexto, es vital que las empresas locales estén preparadas para recibir las inversiones. Sin embargo, a nivel global, este tipo de inversiones en empresas se realizan invirtiendo más bien en acciones, y no tanto en deuda de la empresa receptora del capital.
Hasta el momento, y como ha sido históricamente, más del 95% de los negocios en la Bolsa de Valores de Asunción se realizan sobre instrumentos de renta fija, principalmente bonos, y más recientemente con operaciones de reporto.
Gelay hizo énfasis en la necesidad de ampliar el mercado de renta variable ante la menor tasa de interés que ofrecerán los papeles de renta fija, como los bonos. Al respecto, señaló que desde la regulación se podrían promover nuevos instrumentos de inversión que potencien la presencia de la renta variable entre las opciones de incursión bursátil tanto para la captación de recursos como para la inversión.
Específicamente, se refirió a los fondos de inversión de renta variable, que hoy no existen en el mercado paraguayo debido a que aún no están desarrollados los procesos de valuación de las acciones. En este punto, consideró que desde la Superintendencia de Valores (SIV) se podría trabajar en reglamentaciones que agilicen este tipo de procesos, aprovechando el momento actual de revisión de la legislación sobre el mercado de valores.
“Generalmente, esos son los mecanismos más utilizados para desarrollar los mercados accionarios: en vez de ir a comprar la persona individual una acción de una empresa, se colocan los recursos en fondos que invierten en muchas acciones, para tener más diversificado el riesgo”, relató.
Cambios culturales
También en el contexto del nuevo panorama que se construye a partir del grado de inversión, Gelay recordó que todavía existe un paradigma cultural que debe ser superado en el ámbito corporativo de nuestro país, para realizar un “cambio de chip” y aprovechar las inversiones que irán llegando.
“Hay un tema cultural con esto y tenemos que cambiar el chip para poder aprovechar las oportunidades. Las empresas que no hayan ajustado sus estructuras para comenzar a recibir estos capitales podrían empezar a bajar su rentabilidad ante el crecimiento de su competencia”, puntualizó.
Es importante considerar que muchas empresas en nuestro país todavía tienen una estructura de orden familiar y no tanto de gobernanza corporativa. Este proceso de cambios y profesionalización para recibir el capital por medio de la venta de acciones en el mercado de capitales es un punto clave para aprovechar el contexto de grado de inversión hacia adelante, según explicó el economista.
“La mayoría de las empresas en Paraguay son empresas familiares, entonces, hay un tema cultural para decidir compartir la empresa con alguien. Ni siquiera es tanto un tema legal o del proceso, es un tema cultural”, puntualizó.
La experiencia de CADIEM
En este punto, Gelay realizó un recorrido por el camino que CADIEM transitó a lo largo de más de diez años y que la llevó a ubicarse en una situación gracias a la cual podrán aprovechar las oportunidades del grado de inversión.
Recordó que, en el 2011, habían abierto su capital y desde ese entonces cuentan con 35 accionistas que no forman parte de la gestión de CADIEM. “Eso nos permitió crecer en nuestro capital, abrir la administradora de fondos, seguir creciendo”, destacó.
Más recientemente, desde el 2022, están trabajando con una escuela de negocios de Brasil, la Fundación Don Cabral, donde han renovado el plan estratégico hasta el 2026 y toda la estructura organizacional, ampliándola: antes eran tres directores y ahora tienen cuatro más, reforzando la estructura de gerentes y cambiando los esquemas de capacitación, evaluación de desempeño y profesionalización.
“Nos preparábamos para lo que pensamos que iba a venir dentro de dos años y está empezando a pasar ahora, queremos surfear la ola de la mejor manera”, concluyó.