Hay algunas fórmulas sobre cómo alcanzar la libertad financiera, y aunque muchos difieren en cómo hacerlo, hay un punto de coincidencia: el ingreso pasivo.
Cuando se habla de libertad financiera, muchos creen que es el hecho de ganar mucho dinero, que permite tener una vida mejor. No obstante, ganar mucho dinero, no da libertad si es que uno termina gastando todo lo que genera.
Es aquí es donde entran a escena los ingresos pasivos, que son aquellos en los que no hace falta invertir tiempo para que se produzcan.
¿Cómo generar ingresos pasivos?
Como primera medida, es importante mencionar que generar un ingreso pasivo lleva mucho trabajo y tiempo, por eso lograr la libertad financiera no es un hecho milagroso. Se requiere principalmente persistencia y disciplina para lograrlo.
Para aquellas personas que tienen capacidad de ahorro, la mejor forma de generarlos es a través de la inversión, ya sea armando un portafolio de inversión propio, bien diversificado o a través de los fondos mutuos o fondos de inversión. También se puede generar flujo con la compra y posterior alquiler de propiedades.
También existen técnicas offline como pertenecer a programas de afiliados, tener un auto y ponerlo a trabajar como remis o taxi.
En forma resumida, lograr la libertad financiera requiere de un esfuerzo como el de estudiar una carrera en la cual solo al recibirse se ven los beneficios. La creación de un ingreso pasivo es en forma progresiva, al principio da pocos dividendos, pero con el paso del tiempo crecerá hasta que ya no haga falta invertir tiempo en ellos.
Un buen ejemplo es la compra de un espacio en un estacionamiento. Requiere de un gran esfuerzo juntar el dinero, pero una vez que se realiza el pago y se alquila el lugar, el ingreso se genera automáticamente.
Trabajar para uno mismo
Uno de los principios básicos para lograr la libertad financiera es disponer de la libertad de acción. El trabajo para terceros jamás ofrecerá un ingreso pasivo, ya que se cambia el tiempo de trabajo por el salario que se cobra
La única forma, es ser autónomos, porque nadie puede ser despedido de su propia empresa. Además, el tiempo que se invierta en ella, es para beneficio propio. Para lograrlo, hay algunos pasos que se deben ir dando de a poco:
Definir qué estilo de vida se quiere, y con cuánto dinero se deberá contar para mantenerlo, para saber cuánto cuesta la libertad financiera que se pretende. Algunos necesitarán más, otros menos, pero es necesario definirlo.
Si se tiene ya definida una cifra, se deben analizar los diferentes negocios que puedan proporcionar esos ingresos en forma pasiva. Aunque parezca difícil, no lo es, si se tiene la capacidad de ahorrar, todo será más fácil. Pero si no se tiene, requiere de un esfuerzo y de mucha creatividad. Actualmente, la web puede ofrecer muchas oportunidades.
Un ingreso pasivo requiere tiempo en lograrse, como se dijo, los frutos se ven en el largo plazo. Mientras tanto, sea el trabajo que se haga, tratar de que éste rinda cada vez mejor. Si es un trabajo para terceros, no es mala idea lograr un ascenso, puede el día de mañana servir de trampolín para un negocio propio.
Cuando se ha logrado la estabilidad financiera, hay que ser consecuente con el punto uno, y no cambiar el estilo de vida, por más que hayan aumentado los ingresos. Muchas personas en este punto cometen el error de aumentar el nivel de vida, y comienzan a ver que el dinero ya no alcanza y pierden la libertad financiera que habían alcanzado.
Para alcanzar la libertad financiera es esencial el primer paso hacia ella que es el ahorro. Pero para lograrla también hay que tener un estricto control de gastos, pues cuanto más dinero se gaste, más se necesitará para tener la libertad ansiada. Hay que tener en cuenta que si se compra un automóvil, como ejemplo, éste lleva gastos ocultos como un garaje, combustible, seguro, patentes y otros imponderables.
El trabajo independiente facilita lograr alcanzar la ansiada libertad financiera y una vez logrado el objetivo hay que saber mantenerlo.
